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“Nuestra propuesta es para probar, al menos, una vez en la vida, porque… ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?” dice Julián Vaquer, copropietario de Vaccu, con una gran sonrisa.
Los aromas de las leñas se mezclan en este espacio que, en uno de sus semi privados tiene cabida para unas ochenta personas. A la brasa, entre otras cocciones, se cocina la propuesta de carnes exóticas procedentes de África. “Es una degustación de carnes exóticas” explica Carlo Cuccurullo, gerente y sumiller de Vaccu “se puede probar la carne de búfalo, de cocodrilo, de pitón, de cebra y de canguro, algunas se hacen a la brasa, otras a la plancha tipo tataki, y el cocodrilo se prepara empanado al estilo criollo o cajún”.
“Se puede probar la carne de búfalo, de cocodrilo, de pitón, de cebra y de canguro”
Otro de los encantos de Vaccu es el espacio peatonal que lo rodea y el parque infantil, perfectamente visible desde el interior o desde la terraza acondicionada para no pasar frío en invierno. Las familias con niños agradecen poder comer con tranquilidad en un espacio en el que los pequeños son bienvenidos.
Los menús de mediodía y de noche siempre incluyen cocina tradicional, potajes, cocido o sopas mallorquinas, y un principal a elegir entre tres posibilidades. Los precios oscilan entre los 12 y los 18 euros, dependiendo del plato elegido, e incluye bebida, postre o café.
